miércoles, 22 de octubre de 2014

viernes, 10 de agosto de 2012

Manifiesto


Señoras y señores
Ésta es nuestra última palabra.
-Nuestra primera y última palabra-
Los poetas bajaron del Olimpo.
Para nuestros mayores
La poesía fue un objeto de lujo
Pero para nosotros
Es un artículo de primera necesidad:
No podemos vivir sin poesía.
A diferencia de nuestros mayores
-Y esto lo digo con todo respeto-
Nosotros sostenemos
Que el poeta no es un alquimista
El poeta es un hombre como todos
Un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas.
Nosotros conversamos
En el lenguaje de todos los días
No creemos en signos cabalísticos.
Además una cosa:
El poeta está ahí
Para que el árbol no crezca torcido.
Este es nuestro mensaje.
Nosotros denunciamos al poeta demiurgo
Al poeta Barata
Al poeta Ratón de Biblioteca.
Todos estos señores
-Y esto lo digo con mucho respeto-
Deben ser procesados y juzgados
Por construir castillos en el aire
Por malgastar el espacio y el tiempo
Redactando sonetos a la luna
Por agrupar palabras al azar
A la última moda de París.
Para nosotros no:
El pensamiento no nace en la boca
Nace en el corazón del corazón.
Nosotros repudiamos
La poesía de gafas obscuras
La poesía de capa y espada
La poesía de sombrero alón.
Propiciamos en cambio
La poesía a ojo desnudo
La poesía a pecho descubierto
La poesía a cabeza desnuda.
No creemos en ninfas ni tritones.
La poesía tiene que ser esto:
Una muchacha rodeada de espigas
O no ser absolutamente nada.
Ahora bien, en el plano político
Ellos, nuestros abuelos inmediatos,
¡Nuestros buenos abuelos inmediatos!
Se retractaron y se dispersaron
Al pasar por el prisma de cristal.
Unos pocos se hicieron comunistas.
Yo no sé si lo fueron realmente.
Supongamos que fueron comunistas,
Lo que sé es una cosa:
Que no fueron poetas populares,
Fueron unos reverendos poetas burgueses.
Hay que decir las cosas como son:
Sólo uno que otro
Supo llegar al corazón del pueblo.
Cada vez que pudieron
Se declararon de palabra y de hecho
Contra la poesía dirigida
Contra la poesía del presente
Contra la poesía proletaria.
Aceptemos que fueron comunistas
Pero la poesía fue un desastre
Surrealismo de segunda mano
Decadentismo de tercera mano,
Tablas viejas devueltas por el mar.
Poesía adjetiva
Poesía nasal y gutural
Poesía arbitraria
Poesía copiada de los libros
Poesía basada
En la revolución de la palabra
En circunstancias de que debe fundarse
En la revolución de las ideas.
Poesía de círculo vicioso
Para media docena de elegidos:
"Libertad absoluta de expresión".
Hoy nos hacemos cruces preguntando
Para qué escribirían esas cosas
¿Para asustar al pequeño burgués?
¡Tiempo perdido miserablemente!
El pequeño burgués no reacciona
Sino cuando se trata del estómago.
¡Qué lo van a asustar con poesías!
La situación es ésta:
Mientras ellos estaban
Por una poesía del crepúsculo
Por una poesía de la noche
Nosotros propugnamos
La poesía del amanecer.
Este es nuestro mensaje,
Los resplandores de la poesía
Deben llegar a todos por igual
La poesía alcanza para todos.
Nada más, compañeros
Nosotros condenamos
-Y esto sí que lo digo con respeto-
La poesía de pequeño dios
La poesía de vaca sagrada
La poesía de toro furioso.
Contra la poesía de las nubes
Nosotros oponemos
La poesía de la tierra firme
-Cabeza fría, corazón caliente
Somos tierrafirmistas decididos-
Contra la poesía de café
La poesía de la naturaleza
Contra la poesía de salón
La poesía de la plaza pública
La poesía de protesta social.
Los poetas bajaron del Olimpo.

martes, 7 de agosto de 2012

Por Pablo Javier Olivares

Estoy hastiado.

Hastiado de la gente frívola,
de los que no se pierden las noticias
y los que creen que la poesía es solo un juego de palabras.

Estoy hastiados de las putas en televisión,
de los políticos parias
y los mercenarios de derecha.

¡Hastiado de las arribistas menopáusicas,
del ciudadano gris
y la sobria ciudad de gusanos!

Estoy recontra hastiado
de la uniformidad,
de los olvidados
y de los tristes días en mi ventana.

Hastiado también de la teoría,
de los tiempos del cólera
y los que compran las verdades oficiales.

¡Estoy hastiado de la conchadetumadre!
¡Del oscurantismo!
¡Y mi obscena generación de inconscientes!

Hastiado de mi cuerpo, mi mente
y de no ser Robinson Crusoe

Hastiado de los economistas
los pesimistas
y los machiavelicos.

¡Hastiado de los que nunca creyeron en el amor,
de las noches frías
y de acariciar tu nombre!

Hastiado de venir de un entrepiernas
y no haber caído del cielo.

Hastiado de Platón, de Huidobro
y Schopenhauer.

Hastiado

¡Hastiado de estar hastiado!

Hastiado

Hastiado del desarraigo que es mi sangre.


martes, 31 de julio de 2012

Gabriela Mistral



CANCIONES DE SOLVEIG

I
    La tierra es dulce cual humano labio,
como era dulce cuando te tenía,
y toda está ceñida de caminos...
Eterno amor, te espero todavía.
    Miro correr las aguas de los años,
miro pasar las aguas del destino.
Antiguo amor, te espero todavía:
la tierra está ceñida de caminos... 
    Palpita aún el corazón que heriste:
vive de ti como de un viejo vino.
Hundo mis ojos en el horizonte:
la tierra está ceñida de caminos...
    Si me muriera, el que me vio en tus brazos,
Dios que miró mi hora de alegría,
me preguntara dónde te quedaste,
me preguntara ¡y qué respondería!
    Suena la azada en lo hondo de este valle
donde rendida el corazón reclino.
Antiguo amor, te espero todavía:
la tierra está ceñida de caminos...

II

    Los pinos, los pinos
sombrean la cuesta:
¿en qué pecho el que amo
ahora se recuesta?
    Los corderos bajan
a la fuente pía:
¿en qué labio bebe
el que en mí bebía?
    El viento los anchos
abetos enlaza:
llorando como hijo
por mi pecho pasa.
    Sentada a la puerta
treinta años ya espero.
¡Cuánta nieve, cuánta
cae a los senderos!
III
    La nube negra va cerrando el cielo
y un viento humano hace gemir los pinos;
la nube negra ya cubrió la tierra.
¡Cómo vendrá Peer Gynt por los caminos!
    La noche ciega se echa sobre el llano
!ay! sin piedad para los peregrinos.
La noche ciega anegará mis ojos:
¡cómo vendrá Peer Gynt por los caminos!
    La nieve muda está bajando en copos:
espesa, espesa sus tremendos linos
y ya apagó los fuegos de pastores:
¡cómo vendrá Peer Gynt por los caminos!

BALADA DE LA ESTRELLA

 -Estrella, estoy triste.
Tú dime si otra
como mi alma viste.
-Hay otra más triste.
-Estoy sola, estrella.
Di a mi alma si existe
otra como ella.
-Si, dice la estrella.
-Contempla mi llanto.
Dime si otra lleva
de lágrimas manto.
-En otra hay más llanto.
-Di quién es la triste,
di quién es la sola,
si la conociste.
-Soy yo, la que encanto,
soy yo la que tengo
mi luz hecha llanto.

Balada de Pablo de Rokha


Yo canto, canto sin querer, necesariamente, irremediablemente, fatalmente, al azar de los sucesos, como quien come,
bebe o anda y porque sí; moriría si no cantase, moriría si no cantase; el acontecimiento popular del poema estimula mis nervios sonantes, no puedo hablar, entono, pienso en canciones, no puedo hablar, no puedo hablar; las ruidosas, trascendentales
epopeyas me definen, e ignoro el sentido de mi flauta; aprendí a cantar siendo nebulosa, odio, odio las utilitarias labores erradas, cuotidianas, prosaicas, y amo la ociosidad ilustre de lo bello; cantar, cantar, cantar...  he ahí lo único que sabes, Pablo de Rokha...

Los sofismas universales, las cósmicas, subterráneas leyes dinámicas, me rigen, mi canción natural, polifónica se abre más allá
del espíritu, la ancha belleza subconciente, trágica, matemática, fúnebre, guía mis pasos en la obscura claridad; cruzo las épocas cantando como un gran sueño deforme, mi verdad es la verdadera verdad, el corazón orquestal, musical, orquestal, dionisíaco, flota en la augusta, perfecta, la eximia resonancia unánime, los fenómenos convergen a él, y agrandan su sonora sonoridad sonora, sonora; y estas fatales manos van, sonámbulas, apartando la vida externa, —conceptos, fórmulas, costumbres, apariencias-; mi intuición sigue los caminos de las cosas, vidente, iluminada y feliz, porque todo se hace canto en mis huesos, todo se hace canto en mis huesos.

Pus, llanto y nieblas lúgubres, dolor, solo dolor mamo en los roñosos pechos de la vida, no tengo casa y mi vestido es pobre; sin embargo, mis cantares dramáticos-inéditos, modestísimos suman el pensamiento, todo el pensamiento de la raza y la voz del instante; soy un país hecho poeta, por la gracia de "Dios"; desprecio el determinismo de las ciencias parciales, convencionales, pues mi sabiduría monumental surge pariendo axiomas desde lo infinito, y su elocuencia errante, fabulosa y terrible crea mundos e inventa universos continuamente; afirmo o niego, y mi pasión gigante atraviesa tronando el pueblo imbécil del prejuicio, la mala aldea clerical de la rutina.

Atardeciendo me arrodillé junto a una inmensa y gris piedra humilde, democrática, trágica, y su oratoria, su elocuencia inmóvil habló conmigo, en aquel sordo lenguaje cosmopolita e ingenuo del ritmo universal; hoy, tendido a la sombra de los lagos, he sentido el llanto de los muertos flotando en las corolas; oigo crecer las plantas y morir los viajeros planetas degollados igual que animales, el sol se pone al fondo de mis años lúgubres, amarillos, amarillos, amarillos, las espigas van naciéndome, a media noche los eternos ríos lloran a la orilla de mi tristeza y a mis dolores maximalistas se les caen las hojas... "buenos días, buenos días árbol", dije al reventar la mañana sobre las rubias cumbres chilenas, y más tarde clamaba: "estrellas, sois estrellas, ¡oh prodigio!..."


Mis pensamientos hacen sonar los siglos contra los siglos; voy caminando, caminando, caminando musicalmente y mis actos son himnos, cánticos naturales, completamente naturales; las campanas del tiempo repican cuando me oyen sentirme; constituyo el principio y la razón primordial de todas las tonadas, el eco de mis trancos restalla en la eternidad, los triángulos paradójicos de mi actitud resumen el gesto de los gestos, el gesto, la figura del superhombre loco que balanceó la cuna macabra del orbe e iba enseñándole a hablar.

Los cantos de mi lengua tienen ojos y pies, ojos y pies, músculos, alma, sensaciones, grandiosidad de héroes y pequeñas costumbres modestas, simplicísimas, mínimas, simplicísimas de recién nacidos, aúllan y hacen congojas enormes, enormes, enormemente enormes, sonríen, lloran, sonríen, escupen al cielo infame o echan serpientes por la boca, obran, obran lo mismo que gentes o pájaros, dignifican el reino animal, el reino vegetal, el reino mineral, y son bestias de mármol, bestias, bestias cuya sangre ardiendo y triste-triste, asciende a ellos desde las entrañas del globo, y cuyo ser poliédrico, múltiple, simultáneo está en los quinientos horizontes geográficos; florecen gozosos, redondos, sonoros en octubre, dan frutos rurales a principios de mayo o junio o a fines de agosto, maduran todo el año y desde nunca a desde nunca; anarquistas, estridentes, impávidos, crean un individuo y una gigante realidad nueva, algo que antes, antes, algo que antes no estaba en la tierra, prolongan mi anatomía terrible hacia lo absoluto, aún existiendo independientemente; ¡tocad su cuerpo, tocad su cuerpo y os ensangrentareis los dedos miserables!...

Ariel y Calibán, Grecia, Egipto, Roma,  el país judío y Chile, las polvosas naciones prehistóricas, Jesús de Nazareth, los cielos, las montañas, el mar y los hombres más hombres, las oceánicas multitudes, ciudades, campos, talleres, usinas, árboles, flores, sepulcros, sanatorios, hospicios u hospitales, brutos de piel terrosa y lejano mirar, lleno de églogas, insectos y aves, pequeñas, armoniosas mujeres pálidas; el cosmos idiota, maravilloso, maravilloso, maravilloso, orienta mis palabras, y rodaré sonando
eternamente, como el viejo del viejo, nidal en donde anidan todos los gorjeos del mundo!

El Bosque Chileno (Confieso que he vivido)


Bajo los volcanes, junto a los ventisqueros, entre los grandes lagos, el fragante, el silencioso, el enmarañado bosque chileno... Se hunden los pies en el follaje muerto, crepitó una rama quebradiza, los gigantescos raulíes levantan su encrespada estatura, un pájaro de la selva fría cruza, aletea, se detiene entre los sombríos ramajes. Y luego desde su escondite suena como un oboe... Me entra por las narices hasta el alma el aroma salvaje del laurel, el aroma oscuro del boldo... El ciprés de las Guaitecas intercepta mi paso... Es un mundo vertical: una nación de pájaros, una muchedumbre de hojas... Tropiezo en una piedra, escarbo la cavidad descubierta, una inmensa araña de cabellera roja me mira con ojos fijos, inmóvil, grande como un cangrejo... Un cárabo dorado me lanza su emanación mefítica, mientras desaparece como un relámpago su radiante arco iris... Al pasar cruzo un bosque de helechos mucho más alto que mi persona: se me dejan caer en la cara sesenta lágrimas desde sus verdes ojos fríos, y detrás de mí quedan por mucho tiempo temblando sus abanicos... Un tronco podrido: ¡qué tesoro!... Hongos negros y azules le han dado orejas, rojas plantas parásitas lo han colmado de rubíes, otras plantas perezosas le han prestado sus barbas y brota, veloz, una culebra desde sus entrañas podridas, como una emanación, como que al tronco muerto se le escapara el alma... Más lejos cada árbol se separó de sus semejantes... Se yerguen sobre la alfombra de la selva secreta, y cada uno de los follajes, lineal, encrespado, ramoso, lanceolado, tiene un estilo diferente, como cortado por una tijera de movimientos infinitos. Una barranca: abajo el agua transparente se desliza sobre el granito y el jaspe... Vuela una mariposa pura como un limón, danzando entre el agua y la luz... A mi lado me saludan con sus cabecitas amarillas las infinitas calceolarias... En la altura, como gotas arteriales de la selva mágica se cimbran los copihues rojos (Lapageria rosea)... El copihue rojo es la flor de la sangre, el copihue blanco es la flor de la nieve... En un temblor de hojas atravesó el silencio la velocidad de un zorro, pero el silencio es la ley de estos follajes... Apenas el grito lejano de un animal confuso... La intersección penetrante de un pájaro escondido... El universo vegetal susurra apenas hasta que una tempestad ponga en acción toda la música terrestre.
Quién no conoce el bosque chileno, no conoce este planeta.
De aquellas tierras, de aquel barro, de aquel silencio, he salido yo a andar, a cantar por el mundo...

lunes, 30 de julio de 2012


Aquí comienza el campo inexplorado
Redondo a causa de los ojos que lo miran

Y profundo a causa de mi propio corazón

Lleno de zafiros probables
De manos de sonámbulos

De entierros aéreos
Conmovedores como el sueño de los enanos
O el ramo cortado en el infinito
Que trae la gaviota para sus hijos

Hay un espacio despoblado

Que es preciso poblar
De miradas con semillas abiertas
De voces bajadas de la eternidad
De juegos nocturnos y aerolitos de violín
De ruido de rebaños sin permiso

Escapados del cometa que iba a chocar
¿Conoces tú la fuente milagrosa
Que devuelve a la vida los náufragos de antaño?
¿Conoces tú la flor que se llama voz de monja
Que crece hacia abajo y se abre al fondo de la
           ( tierra?

¿Has visto al niño que cantaba
Sentado en una lágrima
El niño que cantaba al lado de un suspiro
O de un ladrido de perro inconsolable?
¿Has visto al arco-iris sin colores

Terriblemente envejecido
Que vuelve del tiempo de los faraones?

El miedo cambia la forma de las flores
Que esperan temblando el juicio final
Una a una las estrellas se arrojan por el balcón

El mar se está durmiendo detrás de un árbol
Con su calma habitual
Porque sabe desde los tiempos bíblicos
Que el regreso es desconocido en la estrella polar

Ningún navegante ha encontrado la rosa de los
     ( mares

La rosa que trae el recuerdo de sus abuelos
Del fondo de sí misma
Cansada de soñar
Cansada de vivir en cada pétalo
Viento que estás pensando en la rosa del mar

Yo te espero de pie al final de esta línea
Yo sé dónde se esconde la flor que nace del sexo
     ( de las sirenas
En el momento del placer
Cuando debajo del mar empieza a atardecer
Y se oye crujir las olas

Bajo los pies del horizonte
Yo sé yo sé dónde se esconde

El viento tiene la voz de abeja de la joven pálida
La joven pálida como su propia estatua
Que yo amé en un rincón de mi vida

Cuando quería saltar de una esperanza al cielo
Y caí de naufragio en naufragio de horizonte en
      horizonte
Entonces vi la rosa que se esconde
Y que nadie ha encontrado cara a cara

¿Has visto este pájaro de islas lejanas

Arrojado por la marea a los pies de mi cama?
¿Has visto el anillo hipnótico que va de ojo a ojo
Del amor al amor del odio al odio
Del hombre a la mujer del planeta a la planeta?
¿Has visto en el cielo desierto

La paloma amenazada por los años
Con los ojos llenos de recuerdos
Con el pecho lleno de silencio
Más triste que el mar después de un naufragio?

Detrás del águila postrera cantaba el cantador

Tenía un anillo en el corazón
Y se sentó en la tierra de su esfuerzo
Frente al volcán desafiado por una flor
El atleta quisiera ser un faro
Para tener barcos que lo miren

Para hacerlos dormir para dormirse
Y arrullar al cielo como un árbol
El atleta
Tiene un anillo en la garganta
Y así se pasa el tiempo

Quieto quieto
Porque le están creciendo anémonas en el cerebro

Contempla al huérfano que se paró en su edad
Por culpa de los ríos que llevan poca agua
Por culpa de las montañas que no bajan

Crece crece dice el violoncelo
Como yo estoy creciendo
Como está creciendo la idea del suicidio en la
       ( bella jardinera
Crece pequeño zafiro más tierno que la angustia
En los ojos del pájaro quemado


Creceré creceré cuando crezca la ciudad
Cuando los peces se hayan bebido todo el mar
Los días pasados son caparazones de tortuga
Ahora tengo barcos en la memoria
Y los barcos se acercan día a día

Oigo un ladrido de perro que da la vuelta al
        mundo
En tres semanas
Y se muere en llegando

El corazón ha roto las amarras
A causa de los vientos

Y el niño está quedándose huérfano
Si el paisaje se hiciera paloma
Antes de la noche se lo comería el mar
Pero el mar está preparando un naufragio
Y tiene sus pensamientos por otros lados


Navío navío
Tienes la vida corta de un abanico
Aquí nos reímos de todo eso
Aquí en el lejos lejos

La montaña embrujada por un ruiseñor

Sigue la miel del oso envenenado
Pobre oso de piel de oso envenenado por la noche
    ( boreal
Huye que huye de la muerte
De la muerte sentada al borde del mar

La montaña y el montaño

Con su luno y con su luna
La flor florecida y el flor floreciendo
Una flor que llaman girasol
Y un sol que se llama giraflor

El pájaro puede olvidar que es pájaro

A causa del cometa que no viene
Por miedo al invierno o a un atentado
El cometa que debía nacer de un telescopio y una
       ( hortensia
Que se creyó mirar y era mirado

Un aviador se mata sobre el concierto único

Y el ángel que se baña en algún piano
Se vuelve otra vez envuelto en sones
Buscando el receptor en los picachos
Donde brotan las palabras y los ríos

Los lobos hacen milagros

En las huellas de la noche
Cuando el pájaro incógnito se nubla
Y pastan las ovejas al otro lado de la luna

Si es un recuerdo de música
Nadie puede impedir que el circo se agrande en
     el silencio

Ni las campanas de los astros muertos
Ni la serpiente que se nutre de colores
Ni el pianista que está saliendo de la tierra
Ni el misionero que olvidó su nombre

Si el camino se sienta a descansar
O se remoja en el otoño de las constelaciones

Nadie impedirá que un alfiler se clave en la eternidad
Ni la mujer espolvoreada de mariposas
Ni el huérfano amaestrado por una tulipa
Ni la cebra que trota alrededor de un valse

Ni el guardián de la suerte

El cielo tiene miedo de la noche
Cuando el mar hace dormir los barcos
Cuando la muerte se nutre en los rincones
Y la voz del silencio se llena de vampiros

Entonces alumbramos un fuego bajo el oráculo
Para aplacar la suerte
Y alimentamos los milagros de la soledad
Con nuestra propia carne
Entonces en el cementerio sellado

Y hermoso como un eclipse
La rosa rompe sus lazos y florece al reverso de la
         muerteNoche de viejos terrores de noche
¿En dónde está la gruta polar nutrida de
   ( milagros?
¿En dónde está el mirage delirante

De los ojos de arco-iris y de la nebulosa?
Se abre la tumba y al fondo se ve el mar
El aliento se corta y el vértigo suspenso
Hincha las sienes se derrumba en las venas
Abre los ojos más grandes que el espacio que
   ( cabe en ellos

Y un grito se cicatriza en el vacío enfermo
Se abre la tumba y al fondo se ve un rebaño
   ( perdido en la montaña
La pastora con su capa de viento al lado de la
   ( noche
Cuenta las pisadas de Dios en el espacio
Y se canta a sí misma

Se abre la tumba y al fondo se ve un desfile de
   ( témpanos de hielo
Que brillan bajo los reflectores de la tormenta
Y pasan en silencio a la deriva
Solemne procesión de témpanos
Con hachones de luz dentro del cuerpo

Se abre la tumba y al fondo se ve el otoño y el
    ( invierno
Baja lento lento un cielo de amatista
Se abre la tumba y al fondo se ve una enorme
    ( herida
Que se agranda en lo profundo de la tierra
Con un ruido de verano y primaveras

Se abre la tumba y al fondo se ve una selva de
    ( hadas que se fecundan
Cada árbol termina en un pájaro extasiado
Y todo queda adentro de la elipse cerrada de sus
    ( cantos
Por esos lados debe hallarse el nido de las
    ( lágrimas
Que ruedan por el cielo y cruzan el zodíaco

De signo en signo
Se abre la tumba y al fondo se ve la hirviente
    ( nebulosa que se apaga y se alumbra

Un aerolito pasa sin responder a nadie
Danzan luminarias en el cadalso ilimitado
En donde las cabezas sangrientas de los astros

Dejan un halo que crece eternamente
Se abre la tumba y salta una ola
La sombra del universo se salpica
Y todo lo que vive en la sombra o en la orilla
Se abre la tumba y sale un sollozo de planetas

Hay mástiles tronchados y remolinos de
       ( naufragios
Doblan las campanas de todas las estrellas
Silba el huracán perseguido a través del infinito
Sobre los ríos desbordados
Se abre la tumba y salta un ramo de flores carga-
       ( das de cilicios

Crece la hoguera impenetrable y un olor de pa-
       ( sión invade el orbe
El sol tantea el último rincón donde se esconde
Y nace la selva mágica
Se abre la tumba y al fondo se ve el mar
Sube un canto de mil barcos que se van

En tanto un tropel de peces
Se petrifica lentamente

Cuánto tiempo ese dedo de silencio
Dominando el insomnio interminable
Que reina en las esferas

Es hora de dormir en todas partes
El sueño saca al hombre de la tierra

Festejamos el amanecer con las ventanas
Festejamos el amanecer con los sombreros
Se vuela el terror del ciclo

Los cerros se lanzan pájaros a la cara
Amanecer con esperanza de aeroplanos
Bajo la bóveda que cuela la luz desde tantos siglos
Amor y paciencia de columna central
Nos frotamos las manos y reímos

Nos lavamos los ojos y jugamos

            El horizonte es un rinoceronte
            El mar un azar
            El cielo un pañuelo
            La llaga una plaga

Un horizonte jugando a todo mar se sonaba con
           ( el cielo después de las siete plagas de Egipto
El rinoceronte navega sobre el azar como el co-
   ( meta en su pañuelo lleno de plagas

Razón del día no es razón de noche
Y cada tiempo tiene insinuación distinta
Los vegetales salen a comer al borde

Las olas tienden las manos
Para coger un pájaro
Todo es variable en el mirar sencillo
Y en los subterráneos de la vida
Tal vez sea lo mismo


La herida de luna de la pobre loca
La pobre loca de la luna herida
Tenía luz en la celeste boca
Boca celeste que la luz tenía
El mar de flor para esperanza ciega

Ciega esperanza para flor de mar
Cantar para el ruiseñor que al cielo pega
Pega el cielo al ruiseñor para cantar

Jugamos fuera del tiempo
Y juega con nosotros el molino de viento

Molino de viento
Molino de aliento
Molino de cuento
Molino de intento
Molino de aumento

Molino de ungüento
Molino de sustento
Molino de tormento
Molino de salvamento
Molino de advenimiento

Molino de tejimiento
Molino de rugimiento
Molino de tañimiento
Molino de afletamiento
Molino de agolpamiento

Molino de alargamiento
Molino de alejamiento
Molino de amasamiento
Molino de engendramiento
Molino de ensoñamiento

Molino de ensalzamiento
Molino de enterramiento
Molino de maduramiento
Molino de malogramiento
Molino de maldecimiento

Molino de sacudimiento
Molino de revelamiento
Molino de obscurecimiento
Molino de enajenamiento
Molino de enamoramiento

Molino de encabezamiento
Molino de encastillamiento
Molino de aparecimiento
Molino de despojamiento
Molino de atesoramiento

Molino de enloquecimiento
Molino de ensortijamiento
Molino de envenenamiento
Molino de acontecimiento
Molino de descuartizamiento

Molino del portento
Molino del lamento
Molino del momento
Molino del firmamento
Molino del sentimiento

Molino del juramento
Molino del ardimiento
Molino del crecimiento
Molino del nutrimiento
Molino del conocimiento

Molino del descendimiento
Molino del desollamiento
Molino del elevamiento
Molino del endiosamiento
Molino del alumbramiento

Molino del deliramiento
Molino del aburrimiento
Molino del engreimiento
Molino del escalamiento
Molino del descubrimiento

Molino del escurrimiento
Molino del remordimiento
Molino del redoblamiento
Molino del atronamiento
Molino del aturdimiento

Molino del despeñamiento
Molino del quebrantamiento
Molino del envejecimiento
Molino del aceleramiento
Molino del encarnizamiento

Molino del anonadamiento
Molino del arrepentimiento
Molino del encanecimiento
Molino del despedazamiento
Molino del descorazonamiento

Molino en fragmento
Molino en detrimento
Molino en giramiento
Molino en gruñimiento
Molino en sacramento

Molino en pensamiento
Molino en pulsamiento
Molino en pudrimiento
Molino en nacimiento
Molino en apiñamiento

Molino en apagamiento
Molino en decaimiento
Molino en derretimiento
Molino en desvalimento
Molino en marchitamiento

Molino en enfadamiento
Molino en encantamiento
Molino en transformamiento
Molino en asolamiento
Molino en concebimiento

Molino en derribamiento
Molino en imaginamiento
Molino en desamparamiento
Molino con talento
Molino con acento

Molino con sufrimiento
Molino con temperamento
Molino con fascinamiento
Molino con hormigamiento
Molino con retorcimiento

Molino con resentimiento
Molino con refregamiento
Molino con recogimiento
Molino con razonamiento
Molino con quebrantamiento

Molino con prolongamiento
Molino con presentimiento
Molino con padecimiento
Molino con amordazamiento
Molino con enronquecimiento

Molino con alucinamiento
Molino con atolondramiento
Molino con desfallecimiento
Molino para aposento
Molino para convento

Molino para ungimiento
Molino para alojamiento
Molino para cargamento
Molino para subimento
Molino para flotamiento

Molino para enfriamiento
Molino para embrujamiento
Molino para acogimiento
Molino para apostamiento
Molino para arrobamiento

Molino para escapamiento
Molino para escondimiento
Molino para estrellamiento
Molino para exaltamiento
Molino para guarecimiento

Molino para levantamiento
Molino para machucamiento
Molino para renovamiento
Molino para desplazamiento
Molino para anticipamiento

Molino para amonedamiento
Molino para profetizamiento
Molino para descoyuntamiento
Molino como ornamento
Molino como elemento

Molino como armamento
Molino como instrumento
Molino como monumento
Molino como palpamiento
Molino como descubrimiento

Molino como anunciamiento
Molino como medicamento
Molino como desvelamiento
Molino a sotavento
Molino a barlovento

Molino a ligamento
Molino a lanzamiento
Molino a mordimiento
Molino a movimiento
Molino que invento

Molino que ahuyento
Molino que oriento
Molino que caliento
Molino que presiento
Molino que apaciento

Molino que transparento
Molino lento
Molino cruento
Molino atento
Molino hambriento

Molino sediento
Molino sangriento
Molino jumento
Molino violento
Molino contento

Molino opulento
Molino friolento
Molino avariento
Molino corpulento
Molino achaquiento

Molino granujiento
Molino ceniciento
Molino polvoriento
Molino cazcarriento
Molino gargajiento

Molino sudoriento
Molino macilento
Molino soñoliento
Molino turbulento
Molino truculento


Así eres molino de viento
Molino de asiento
Molino de asiento del viento
Que teje las noches y las mañanas
Que hila las nieblas de ultratumba

Molino de aspavientos y del viento en aspas
El paisaje se llena de tus locuras

Y el trigo viene y va
De la tierra al cielo
Del cielo al mar

Los trigos de las olas amarillas
Donde el viento se revuelca
Buscando la cosquilla de las espigas

Escucha
Pasa el palpador en eléctricas corrientes

El viento norte despeina tus cabellos
Hurra molino moledor
Molino volador
Molino charlador
Molino cantador

Cuando el cielo trae de la mano una tempestad
Hurra molino girando en la memoria
Molino que hipnotiza las palomas viajeras

Habla habla molino de cuento
Cuando el viento narra tu leyenda etérea

Sangra sangra molino del descendimiento
Con tu gran recuerdo pegado a los ocasos del
    ( mundo
Y los brazos de tu cruz fatigados por el huracán

Así reímos y cantamos en esta hora
Porque el molino ha creado el imperio de su luz
    ( escogida

Y es necesario que lo sepa
Es necesario que alguien se lo diga

Sol tú que naciste en mi ojo derecho
Y moriste en mi ojo izquierdo
No creas en los vaticinios del zodíaco

Ni en los ladridos de las tumbas
Las tumbas tienen maleficios de luna
Y no saben lo que hablan
Yo te lo digo porque mi sombrero está cansado
    ( de recorrer el mundo
Y tengo una experiencia de mariposa milenaria


Profetiza profetiza
Molino de las constelaciones
Mientras bailamos sobre el azar de la risa
Ahora que la grúa que nos trae el día
Volcó la noche fuera de la tierra


Empiece ya
La farandolina en la lejantaña de la montanía
El horimento bajo el firmazonte
Se embarca en la luna
Para dar la vuelta al mundo

Empiece ya
La faranmandó mandó liná
Con su musiquí con su musicá

La carabantantina
La carabantantú

La farandosilina
La Farandú
La Carabantantá
La Carabantantí
La farandosilá

La faransí

Ríe ríe antes que venga la fatiga
En su carro nebuloso de días
Y los años y los siglos
Se amontonen en el vacío

Y todo sea oscuro en el ojo del cielo
La cascada que cabellera sobre la noche
Mientras la noche se cama a descansar
Con su luna que almohada al cielo
Yo ojo el paisaje cansado

Que se ruta hacia el horizonte
A la sombra de un árbol naufragando

Y he aquí que ahora me diluyo en múltiples cosas
Soy luciérnaga y voy iluminando las ramas de la
         ( selva
Sin embargo cuando vuelo guardo mi modo de
         ( andar

Y no sólo soy luciérnaga
Sino también el aire en que vuela
La luna me atraviesa de parte a parte
Dos pájaros se pierden en mi pecho
Sin poderlo remediar

Y luego soy árbol
Y en cuanto a árbol conservo mis modos de
          ( luciérnaga
Y mis modos de cielo
Y mi andar de hombre mi triste andar
Ahora soy rosal y hablo con lenguaje de rosal

Y digo
Sal rosa rorosalía
Sal rosa al día
Salía al sol rosa sario
Fueguisa mía sonrodería rososoro oro

Ando pequeño volcán del día
Y tengo miedo del volcán
Mas el volcán responde
Prófugo rueda al fondo donde ronco
Soy rosa de trueno y sueno mis carrasperas

Estoy preso y arrastro mis propios grillos
Los astros que trago crugen en mis entrañas
Proa a la borrasca en procesión procreadora
Proclamo mis proezas bramadoras
Y mis bronquios respiran en la tierra profunda

Bajo los mares y las montañas
Y luego soy pájaro
Y me disputo el día en gorgeos
El día que me cruza la garganta
Ahora solamente digo

Callaos que voy a cantar
Soy el único cantor de este siglo
Mío mío es todo el infinito
Mis mentiras huelen a cielo
Y nada más

Y ahora soy mar
Pero guardo algo de mis modos de volcán
De mis modos de árbol de mis modos de
     ( luciérnaga
De mis modos de pájaro de hombre y de rosal
Y hablo como mar y digo

De la firmeza hasta el horicielo
Soy todo montalas en la azulaya
Bailo en las volaguas con espurinas
Una corriela tras de la otra
Ondola en olañas mí rugazuelo

Las verdondilas bajo la luna del selviflujo
Van en montonda hasta el infidondo
Y cuando bramuran los hurafones
Y la ondaja lanza a las playas sus laziolas
Hay un naufundo que grita pidiendo auxilio

Yo me hago el sordo
Miro las butraceas lentas sobre mis tornadelas
La subaterna con sus brajidos
Las escalolas de la montasca
Las escalolas de la desonda

Que no descansan hasta que roen el borde de los
       ( altielos
Hasta que llegan al abifunda
En tanto el pirata canta
Y yo lo escucho vestido de verdiul
        La lona en el mar riela

        En la luna gime el viento
        Y alza en blanco crugimiento
        Alas de olas en mi azul

El mar se abrirá para dejar salir los primeros
        náufragos
Que cumplieron su castigo

Después de tantos siglos y más siglos
Andarán por la tierra con miradas de vidrio
Escalarán los montes de sus frases proféticas
Y se convertirán en constelaciones
Entonces aparecerá un volcán en medio de las
      ( olas

Y dirá yo soy el rey
Traedme el harmonio de las nebulosas
Y sabed que las islas son las coronas de mi
      ( cabeza
Y las olas mi único tesoro
Yo soy el rey

El rey canta a la reina
El cielo canta a la ciela
El luz canta a la luz
La luz que busca el ojo hasta que lo encuentra
Canta el cielo en su lengua astronómica

Y la luz en su idioma magnético
Mientras el mar lame los pies de la reina
Que se peina eternamente
Yo soy el rey
Y os digo que el planeta que atravesó la noche

No se reconoce al salir por el otro lado
Y mucho menos al entrar en el día
Pues ni siquiera recuerda cómo se llamaba
Ni quiénes eran sus padres
Dime ¿eres hijo de Martín Pescador

O eres nieto de un cigüeña tartamuda
O de aquella jirafa que vi en medio del desierto
Pastando ensimismada las yerbas de la luna
O eres hijo del ahorcado que tenía ojos de
      ( pirámide?
Algún día lo sabremos

Y morirás sin tu secreto
Y de tu tumba saldrá un arco-iris como un tranvía
Del arco-iris saldrá una pareja haciendo el amor
Del amor saldrá una selva errante
De la selva saldrá una flecha

De la flecha saldrá una liebre huyendo por los
      ( campos
De la liebre saldrá una cinta que irá señalando su
      ( camino
De la cinta saldrá un río y una catarata que sal-
      ( vará a la liebre de sus perseguidores
Hasta que la liebre empiece a trepar por una
      ( mirada
Y se esconda al fondo del ojo


Yo soy el rey
Los ahogados florecen cuando yo lo mando
Atad el arco-iris al pirata
Atad el viento a los cabellos de la bruja
Yo soy el rey

Y trazaré tu horóscopo como un plan de batalla
Oyendo esto el arco-iris se alejaba
Adónde vas arco-iris
No sabes que hay asesinos en todos los caminos?
El iris encadenado en la columna montante

Columna de mercurio en fiesta para nosotros
Tres mil doscientos metros de infrarrojo
Un extremo se apoya en mi pie y el otro en la
      ( llaga de Cristo
Los domingos del arco-iris para el arcángel
¿En dónde está el arquero de los meteoros?

El arquero arcaico
Bajo la arcada eterna el arquero del arcano con
         ( su violín violeta con su violín violáceo con su
          violín violado
Arco-iris arco de las cejas en mi cielo arqueológico
Bajo el área del arco se esconde el arca de tesoros
         ( preciosos
Y la flor montada como un reloj

Con el engranaje perfecto de sus pétalos
Ahora que un caballo empieza a subir galopando
         ( por el arco-iris
Ahora la mirada descarga los ojos demasiado
         ( llenos
En el instante en que huyen los ocasos a través
         ( de las llanuras
El cielo está esperando un aeroplano

Y yo oigo la risa de los muertos debajo de la
    tierra.


Vicente Huidobro. Altazor (Canto V)