El delirio y los poetas del Nuevo Mundo
viernes, 10 de agosto de 2012
Manifiesto
Señoras
y señores
Ésta es nuestra última palabra.
-Nuestra primera y última palabra-
Los poetas bajaron del Olimpo.
Para nuestros mayores
La poesía fue un objeto de lujo
Pero para nosotros
Es un artículo de primera necesidad:
No podemos vivir sin poesía.
A diferencia de nuestros mayores
-Y esto lo digo con todo respeto-
Nosotros sostenemos
Que el poeta no es un alquimista
El poeta es un hombre como todos
Un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas.
Nosotros conversamos
En el lenguaje de todos los días
No creemos en signos cabalísticos.
Además una cosa:
El poeta está ahí
Para que el árbol no crezca torcido.
Este es nuestro mensaje.
Nosotros denunciamos al poeta demiurgo
Al poeta Barata
Al poeta Ratón de Biblioteca.
Todos estos señores
-Y esto lo digo con mucho respeto-
Deben ser procesados y juzgados
Por construir castillos en el aire
Por malgastar el espacio y el tiempo
Redactando sonetos a la luna
Por agrupar palabras al azar
A la última moda de París.
Para nosotros no:
El pensamiento no nace en la boca
Nace en el corazón del corazón.
Nosotros repudiamos
La poesía de gafas obscuras
La poesía de capa y espada
La poesía de sombrero alón.
Propiciamos en cambio
La poesía a ojo desnudo
La poesía a pecho descubierto
La poesía a cabeza desnuda.
No creemos en ninfas ni tritones.
La poesía tiene que ser esto:
Una muchacha rodeada de espigas
O no ser absolutamente nada.
Ahora bien, en el plano político
Ellos, nuestros abuelos inmediatos,
¡Nuestros buenos abuelos inmediatos!
Se retractaron y se dispersaron
Al pasar por el prisma de cristal.
Unos pocos se hicieron comunistas.
Yo no sé si lo fueron realmente.
Supongamos que fueron comunistas,
Lo que sé es una cosa:
Que no fueron poetas populares,
Fueron unos reverendos poetas burgueses.
Hay que decir las cosas como son:
Sólo uno que otro
Supo llegar al corazón del pueblo.
Cada vez que pudieron
Se declararon de palabra y de hecho
Contra la poesía dirigida
Contra la poesía del presente
Contra la poesía proletaria.
Aceptemos que fueron comunistas
Pero la poesía fue un desastre
Surrealismo de segunda mano
Decadentismo de tercera mano,
Tablas viejas devueltas por el mar.
Poesía adjetiva
Poesía nasal y gutural
Poesía arbitraria
Poesía copiada de los libros
Poesía basada
En la revolución de la palabra
En circunstancias de que debe fundarse
En la revolución de las ideas.
Poesía de círculo vicioso
Para media docena de elegidos:
"Libertad absoluta de expresión".
Hoy nos hacemos cruces preguntando
Para qué escribirían esas cosas
¿Para asustar al pequeño burgués?
¡Tiempo perdido miserablemente!
El pequeño burgués no reacciona
Sino cuando se trata del estómago.
¡Qué lo van a asustar con poesías!
La situación es ésta:
Mientras ellos estaban
Por una poesía del crepúsculo
Por una poesía de la noche
Nosotros propugnamos
La poesía del amanecer.
Este es nuestro mensaje,
Los resplandores de la poesía
Deben llegar a todos por igual
La poesía alcanza para todos.
Nada más, compañeros
Nosotros condenamos
-Y esto sí que lo digo con respeto-
La poesía de pequeño dios
La poesía de vaca sagrada
La poesía de toro furioso.
Contra la poesía de las nubes
Nosotros oponemos
La poesía de la tierra firme
-Cabeza fría, corazón caliente
Somos tierrafirmistas decididos-
Contra la poesía de café
La poesía de la naturaleza
Contra la poesía de salón
La poesía de la plaza pública
La poesía de protesta social.
Los poetas bajaron del Olimpo.
Ésta es nuestra última palabra.
-Nuestra primera y última palabra-
Los poetas bajaron del Olimpo.
Para nuestros mayores
La poesía fue un objeto de lujo
Pero para nosotros
Es un artículo de primera necesidad:
No podemos vivir sin poesía.
A diferencia de nuestros mayores
-Y esto lo digo con todo respeto-
Nosotros sostenemos
Que el poeta no es un alquimista
El poeta es un hombre como todos
Un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas.
Nosotros conversamos
En el lenguaje de todos los días
No creemos en signos cabalísticos.
Además una cosa:
El poeta está ahí
Para que el árbol no crezca torcido.
Este es nuestro mensaje.
Nosotros denunciamos al poeta demiurgo
Al poeta Barata
Al poeta Ratón de Biblioteca.
Todos estos señores
-Y esto lo digo con mucho respeto-
Deben ser procesados y juzgados
Por construir castillos en el aire
Por malgastar el espacio y el tiempo
Redactando sonetos a la luna
Por agrupar palabras al azar
A la última moda de París.
Para nosotros no:
El pensamiento no nace en la boca
Nace en el corazón del corazón.
Nosotros repudiamos
La poesía de gafas obscuras
La poesía de capa y espada
La poesía de sombrero alón.
Propiciamos en cambio
La poesía a ojo desnudo
La poesía a pecho descubierto
La poesía a cabeza desnuda.
No creemos en ninfas ni tritones.
La poesía tiene que ser esto:
Una muchacha rodeada de espigas
O no ser absolutamente nada.
Ahora bien, en el plano político
Ellos, nuestros abuelos inmediatos,
¡Nuestros buenos abuelos inmediatos!
Se retractaron y se dispersaron
Al pasar por el prisma de cristal.
Unos pocos se hicieron comunistas.
Yo no sé si lo fueron realmente.
Supongamos que fueron comunistas,
Lo que sé es una cosa:
Que no fueron poetas populares,
Fueron unos reverendos poetas burgueses.
Hay que decir las cosas como son:
Sólo uno que otro
Supo llegar al corazón del pueblo.
Cada vez que pudieron
Se declararon de palabra y de hecho
Contra la poesía dirigida
Contra la poesía del presente
Contra la poesía proletaria.
Aceptemos que fueron comunistas
Pero la poesía fue un desastre
Surrealismo de segunda mano
Decadentismo de tercera mano,
Tablas viejas devueltas por el mar.
Poesía adjetiva
Poesía nasal y gutural
Poesía arbitraria
Poesía copiada de los libros
Poesía basada
En la revolución de la palabra
En circunstancias de que debe fundarse
En la revolución de las ideas.
Poesía de círculo vicioso
Para media docena de elegidos:
"Libertad absoluta de expresión".
Hoy nos hacemos cruces preguntando
Para qué escribirían esas cosas
¿Para asustar al pequeño burgués?
¡Tiempo perdido miserablemente!
El pequeño burgués no reacciona
Sino cuando se trata del estómago.
¡Qué lo van a asustar con poesías!
La situación es ésta:
Mientras ellos estaban
Por una poesía del crepúsculo
Por una poesía de la noche
Nosotros propugnamos
La poesía del amanecer.
Este es nuestro mensaje,
Los resplandores de la poesía
Deben llegar a todos por igual
La poesía alcanza para todos.
Nada más, compañeros
Nosotros condenamos
-Y esto sí que lo digo con respeto-
La poesía de pequeño dios
La poesía de vaca sagrada
La poesía de toro furioso.
Contra la poesía de las nubes
Nosotros oponemos
La poesía de la tierra firme
-Cabeza fría, corazón caliente
Somos tierrafirmistas decididos-
Contra la poesía de café
La poesía de la naturaleza
Contra la poesía de salón
La poesía de la plaza pública
La poesía de protesta social.
Los poetas bajaron del Olimpo.
martes, 7 de agosto de 2012
Por Pablo Javier Olivares
Estoy hastiado.
Hastiado de la gente frívola,
de los que no se pierden las noticias
y los que creen que la poesía es solo un juego de palabras.
Estoy hastiados de las putas en televisión,
de los políticos parias
y los mercenarios de derecha.
¡Hastiado de las arribistas menopáusicas,
del ciudadano gris
y la sobria ciudad de gusanos!
Estoy recontra hastiado
de la uniformidad,
de los olvidados
y de los tristes días en mi ventana.
Hastiado también de la teoría,
de los tiempos del cólera
y los que compran las verdades oficiales.
¡Estoy hastiado de la conchadetumadre!
¡Del oscurantismo!
¡Y mi obscena generación de inconscientes!
Hastiado de mi cuerpo, mi mente
y de no ser Robinson Crusoe
Hastiado de los economistas
los pesimistas
y los machiavelicos.
¡Hastiado de los que nunca creyeron en el amor,
de las noches frías
y de acariciar tu nombre!
Hastiado de venir de un entrepiernas
y no haber caído del cielo.
Hastiado de Platón, de Huidobro
y Schopenhauer.
Hastiado
¡Hastiado de estar hastiado!
Hastiado
Hastiado del desarraigo que es mi sangre.
Hastiado de la gente frívola,
de los que no se pierden las noticias
y los que creen que la poesía es solo un juego de palabras.
Estoy hastiados de las putas en televisión,
de los políticos parias
y los mercenarios de derecha.
¡Hastiado de las arribistas menopáusicas,
del ciudadano gris
y la sobria ciudad de gusanos!
Estoy recontra hastiado
de la uniformidad,
de los olvidados
y de los tristes días en mi ventana.
Hastiado también de la teoría,
de los tiempos del cólera
y los que compran las verdades oficiales.
¡Estoy hastiado de la conchadetumadre!
¡Del oscurantismo!
¡Y mi obscena generación de inconscientes!
Hastiado de mi cuerpo, mi mente
y de no ser Robinson Crusoe
Hastiado de los economistas
los pesimistas
y los machiavelicos.
¡Hastiado de los que nunca creyeron en el amor,
de las noches frías
y de acariciar tu nombre!
Hastiado de venir de un entrepiernas
y no haber caído del cielo.
Hastiado de Platón, de Huidobro
y Schopenhauer.
Hastiado
¡Hastiado de estar hastiado!
Hastiado
Hastiado del desarraigo que es mi sangre.
martes, 31 de julio de 2012
Gabriela Mistral
CANCIONES DE SOLVEIG
I
La tierra es dulce cual humano labio,
como era dulce cuando te tenía,
y toda está ceñida de caminos...
Eterno amor, te espero todavía.
como era dulce cuando te tenía,
y toda está ceñida de caminos...
Eterno amor, te espero todavía.
Miro correr las aguas de los años,
miro pasar las aguas del destino.
Antiguo amor, te espero todavía:
la tierra está ceñida de caminos...
miro pasar las aguas del destino.
Antiguo amor, te espero todavía:
la tierra está ceñida de caminos...
Palpita aún el corazón que heriste:
vive de ti como de un viejo vino.
Hundo mis ojos en el horizonte:
la tierra está ceñida de caminos...
vive de ti como de un viejo vino.
Hundo mis ojos en el horizonte:
la tierra está ceñida de caminos...
Si me muriera, el que me vio en tus brazos,
Dios que miró mi hora de alegría,
me preguntara dónde te quedaste,
me preguntara ¡y qué respondería!
Dios que miró mi hora de alegría,
me preguntara dónde te quedaste,
me preguntara ¡y qué respondería!
Suena la azada en lo hondo de este valle
donde rendida el corazón reclino.
Antiguo amor, te espero todavía:
la tierra está ceñida de caminos...
donde rendida el corazón reclino.
Antiguo amor, te espero todavía:
la tierra está ceñida de caminos...
II
Los pinos, los pinos
sombrean la cuesta:
¿en qué pecho el que amo
ahora se recuesta?
sombrean la cuesta:
¿en qué pecho el que amo
ahora se recuesta?
Los corderos bajan
a la fuente pía:
¿en qué labio bebe
el que en mí bebía?
a la fuente pía:
¿en qué labio bebe
el que en mí bebía?
El viento los anchos
abetos enlaza:
llorando como hijo
por mi pecho pasa.
abetos enlaza:
llorando como hijo
por mi pecho pasa.
Sentada a la puerta
treinta años ya espero.
¡Cuánta nieve, cuánta
cae a los senderos!
treinta años ya espero.
¡Cuánta nieve, cuánta
cae a los senderos!
III
La nube negra va cerrando el cielo
y un viento humano hace gemir los pinos;
la nube negra ya cubrió la tierra.
¡Cómo vendrá Peer Gynt por los caminos!
y un viento humano hace gemir los pinos;
la nube negra ya cubrió la tierra.
¡Cómo vendrá Peer Gynt por los caminos!
La noche ciega se echa sobre el llano
!ay! sin piedad para los peregrinos.
La noche ciega anegará mis ojos:
¡cómo vendrá Peer Gynt por los caminos!
!ay! sin piedad para los peregrinos.
La noche ciega anegará mis ojos:
¡cómo vendrá Peer Gynt por los caminos!
La nieve muda está bajando en copos:
espesa, espesa sus tremendos linos
y ya apagó los fuegos de pastores:
¡cómo vendrá Peer Gynt por los caminos!
espesa, espesa sus tremendos linos
y ya apagó los fuegos de pastores:
¡cómo vendrá Peer Gynt por los caminos!
BALADA DE LA ESTRELLA
-Estrella, estoy triste.
Tú dime si otra
como mi alma viste.
-Hay otra más triste.
-Estoy sola, estrella.
Di a mi alma si existe
otra como ella.
-Si, dice la estrella.
-Contempla mi llanto.
Dime si otra lleva
de lágrimas manto.
-En otra hay más llanto.
-Di quién es la triste,
di quién es la sola,
si la conociste.
-Soy yo, la que encanto,
soy yo la que tengo
mi luz hecha llanto.
Balada de Pablo de Rokha
Yo canto, canto sin querer, necesariamente, irremediablemente,
fatalmente, al azar de los sucesos, como quien come,
bebe o anda y porque sí; moriría si no cantase, moriría si no cantase; el acontecimiento popular del poema estimula mis nervios sonantes, no puedo hablar, entono, pienso en canciones, no puedo hablar, no puedo hablar; las ruidosas, trascendentales
epopeyas me definen, e ignoro el sentido de mi flauta; aprendí a cantar siendo nebulosa, odio, odio las utilitarias labores erradas, cuotidianas, prosaicas, y amo la ociosidad ilustre de lo bello; cantar, cantar, cantar... he ahí lo único que sabes, Pablo de Rokha...
Los sofismas universales, las cósmicas, subterráneas leyes dinámicas, me rigen, mi canción natural, polifónica se abre más allá
del espíritu, la ancha belleza subconciente, trágica, matemática, fúnebre, guía mis pasos en la obscura claridad; cruzo las épocas cantando como un gran sueño deforme, mi verdad es la verdadera verdad, el corazón orquestal, musical, orquestal, dionisíaco, flota en la augusta, perfecta, la eximia resonancia unánime, los fenómenos convergen a él, y agrandan su sonora sonoridad sonora, sonora; y estas fatales manos van, sonámbulas, apartando la vida externa, —conceptos, fórmulas, costumbres, apariencias-; mi intuición sigue los caminos de las cosas, vidente, iluminada y feliz, porque todo se hace canto en mis huesos, todo se hace canto en mis huesos.
Pus, llanto y nieblas lúgubres, dolor, solo dolor mamo en los roñosos pechos de la vida, no tengo casa y mi vestido es pobre; sin embargo, mis cantares dramáticos-inéditos, modestísimos suman el pensamiento, todo el pensamiento de la raza y la voz del instante; soy un país hecho poeta, por la gracia de "Dios"; desprecio el determinismo de las ciencias parciales, convencionales, pues mi sabiduría monumental surge pariendo axiomas desde lo infinito, y su elocuencia errante, fabulosa y terrible crea mundos e inventa universos continuamente; afirmo o niego, y mi pasión gigante atraviesa tronando el pueblo imbécil del prejuicio, la mala aldea clerical de la rutina.
Atardeciendo me arrodillé junto a una inmensa y gris piedra humilde, democrática, trágica, y su oratoria, su elocuencia inmóvil habló conmigo, en aquel sordo lenguaje cosmopolita e ingenuo del ritmo universal; hoy, tendido a la sombra de los lagos, he sentido el llanto de los muertos flotando en las corolas; oigo crecer las plantas y morir los viajeros planetas degollados igual que animales, el sol se pone al fondo de mis años lúgubres, amarillos, amarillos, amarillos, las espigas van naciéndome, a media noche los eternos ríos lloran a la orilla de mi tristeza y a mis dolores maximalistas se les caen las hojas... "buenos días, buenos días árbol", dije al reventar la mañana sobre las rubias cumbres chilenas, y más tarde clamaba: "estrellas, sois estrellas, ¡oh prodigio!..."
Mis pensamientos hacen sonar los siglos contra los siglos; voy caminando, caminando, caminando musicalmente y mis actos son himnos, cánticos naturales, completamente naturales; las campanas del tiempo repican cuando me oyen sentirme; constituyo el principio y la razón primordial de todas las tonadas, el eco de mis trancos restalla en la eternidad, los triángulos paradójicos de mi actitud resumen el gesto de los gestos, el gesto, la figura del superhombre loco que balanceó la cuna macabra del orbe e iba enseñándole a hablar.
Los cantos de mi lengua tienen ojos y pies, ojos y pies, músculos, alma, sensaciones, grandiosidad de héroes y pequeñas costumbres modestas, simplicísimas, mínimas, simplicísimas de recién nacidos, aúllan y hacen congojas enormes, enormes, enormemente enormes, sonríen, lloran, sonríen, escupen al cielo infame o echan serpientes por la boca, obran, obran lo mismo que gentes o pájaros, dignifican el reino animal, el reino vegetal, el reino mineral, y son bestias de mármol, bestias, bestias cuya sangre ardiendo y triste-triste, asciende a ellos desde las entrañas del globo, y cuyo ser poliédrico, múltiple, simultáneo está en los quinientos horizontes geográficos; florecen gozosos, redondos, sonoros en octubre, dan frutos rurales a principios de mayo o junio o a fines de agosto, maduran todo el año y desde nunca a desde nunca; anarquistas, estridentes, impávidos, crean un individuo y una gigante realidad nueva, algo que antes, antes, algo que antes no estaba en la tierra, prolongan mi anatomía terrible hacia lo absoluto, aún existiendo independientemente; ¡tocad su cuerpo, tocad su cuerpo y os ensangrentareis los dedos miserables!...
Ariel y Calibán, Grecia, Egipto, Roma, el país judío y Chile, las polvosas naciones prehistóricas, Jesús de Nazareth, los cielos, las montañas, el mar y los hombres más hombres, las oceánicas multitudes, ciudades, campos, talleres, usinas, árboles, flores, sepulcros, sanatorios, hospicios u hospitales, brutos de piel terrosa y lejano mirar, lleno de églogas, insectos y aves, pequeñas, armoniosas mujeres pálidas; el cosmos idiota, maravilloso, maravilloso, maravilloso, orienta mis palabras, y rodaré sonando eternamente, como el viejo del viejo, nidal en donde anidan todos los gorjeos del mundo!
bebe o anda y porque sí; moriría si no cantase, moriría si no cantase; el acontecimiento popular del poema estimula mis nervios sonantes, no puedo hablar, entono, pienso en canciones, no puedo hablar, no puedo hablar; las ruidosas, trascendentales
epopeyas me definen, e ignoro el sentido de mi flauta; aprendí a cantar siendo nebulosa, odio, odio las utilitarias labores erradas, cuotidianas, prosaicas, y amo la ociosidad ilustre de lo bello; cantar, cantar, cantar... he ahí lo único que sabes, Pablo de Rokha...
Los sofismas universales, las cósmicas, subterráneas leyes dinámicas, me rigen, mi canción natural, polifónica se abre más allá
del espíritu, la ancha belleza subconciente, trágica, matemática, fúnebre, guía mis pasos en la obscura claridad; cruzo las épocas cantando como un gran sueño deforme, mi verdad es la verdadera verdad, el corazón orquestal, musical, orquestal, dionisíaco, flota en la augusta, perfecta, la eximia resonancia unánime, los fenómenos convergen a él, y agrandan su sonora sonoridad sonora, sonora; y estas fatales manos van, sonámbulas, apartando la vida externa, —conceptos, fórmulas, costumbres, apariencias-; mi intuición sigue los caminos de las cosas, vidente, iluminada y feliz, porque todo se hace canto en mis huesos, todo se hace canto en mis huesos.
Pus, llanto y nieblas lúgubres, dolor, solo dolor mamo en los roñosos pechos de la vida, no tengo casa y mi vestido es pobre; sin embargo, mis cantares dramáticos-inéditos, modestísimos suman el pensamiento, todo el pensamiento de la raza y la voz del instante; soy un país hecho poeta, por la gracia de "Dios"; desprecio el determinismo de las ciencias parciales, convencionales, pues mi sabiduría monumental surge pariendo axiomas desde lo infinito, y su elocuencia errante, fabulosa y terrible crea mundos e inventa universos continuamente; afirmo o niego, y mi pasión gigante atraviesa tronando el pueblo imbécil del prejuicio, la mala aldea clerical de la rutina.
Atardeciendo me arrodillé junto a una inmensa y gris piedra humilde, democrática, trágica, y su oratoria, su elocuencia inmóvil habló conmigo, en aquel sordo lenguaje cosmopolita e ingenuo del ritmo universal; hoy, tendido a la sombra de los lagos, he sentido el llanto de los muertos flotando en las corolas; oigo crecer las plantas y morir los viajeros planetas degollados igual que animales, el sol se pone al fondo de mis años lúgubres, amarillos, amarillos, amarillos, las espigas van naciéndome, a media noche los eternos ríos lloran a la orilla de mi tristeza y a mis dolores maximalistas se les caen las hojas... "buenos días, buenos días árbol", dije al reventar la mañana sobre las rubias cumbres chilenas, y más tarde clamaba: "estrellas, sois estrellas, ¡oh prodigio!..."
Mis pensamientos hacen sonar los siglos contra los siglos; voy caminando, caminando, caminando musicalmente y mis actos son himnos, cánticos naturales, completamente naturales; las campanas del tiempo repican cuando me oyen sentirme; constituyo el principio y la razón primordial de todas las tonadas, el eco de mis trancos restalla en la eternidad, los triángulos paradójicos de mi actitud resumen el gesto de los gestos, el gesto, la figura del superhombre loco que balanceó la cuna macabra del orbe e iba enseñándole a hablar.
Los cantos de mi lengua tienen ojos y pies, ojos y pies, músculos, alma, sensaciones, grandiosidad de héroes y pequeñas costumbres modestas, simplicísimas, mínimas, simplicísimas de recién nacidos, aúllan y hacen congojas enormes, enormes, enormemente enormes, sonríen, lloran, sonríen, escupen al cielo infame o echan serpientes por la boca, obran, obran lo mismo que gentes o pájaros, dignifican el reino animal, el reino vegetal, el reino mineral, y son bestias de mármol, bestias, bestias cuya sangre ardiendo y triste-triste, asciende a ellos desde las entrañas del globo, y cuyo ser poliédrico, múltiple, simultáneo está en los quinientos horizontes geográficos; florecen gozosos, redondos, sonoros en octubre, dan frutos rurales a principios de mayo o junio o a fines de agosto, maduran todo el año y desde nunca a desde nunca; anarquistas, estridentes, impávidos, crean un individuo y una gigante realidad nueva, algo que antes, antes, algo que antes no estaba en la tierra, prolongan mi anatomía terrible hacia lo absoluto, aún existiendo independientemente; ¡tocad su cuerpo, tocad su cuerpo y os ensangrentareis los dedos miserables!...
Ariel y Calibán, Grecia, Egipto, Roma, el país judío y Chile, las polvosas naciones prehistóricas, Jesús de Nazareth, los cielos, las montañas, el mar y los hombres más hombres, las oceánicas multitudes, ciudades, campos, talleres, usinas, árboles, flores, sepulcros, sanatorios, hospicios u hospitales, brutos de piel terrosa y lejano mirar, lleno de églogas, insectos y aves, pequeñas, armoniosas mujeres pálidas; el cosmos idiota, maravilloso, maravilloso, maravilloso, orienta mis palabras, y rodaré sonando eternamente, como el viejo del viejo, nidal en donde anidan todos los gorjeos del mundo!
El Bosque Chileno (Confieso que he vivido)
Bajo los volcanes, junto a los ventisqueros, entre los grandes lagos, el fragante, el silencioso, el enmarañado bosque chileno... Se hunden los pies en el follaje muerto, crepitó una rama quebradiza, los gigantescos raulíes levantan su encrespada estatura, un pájaro de la selva fría cruza, aletea, se detiene entre los sombríos ramajes. Y luego desde su escondite suena como un oboe... Me entra por las narices hasta el alma el aroma salvaje del laurel, el aroma oscuro del boldo... El ciprés de las Guaitecas intercepta mi paso... Es un mundo vertical: una nación de pájaros, una muchedumbre de hojas... Tropiezo en una piedra, escarbo la cavidad descubierta, una inmensa araña de cabellera roja me mira con ojos fijos, inmóvil, grande como un cangrejo... Un cárabo dorado me lanza su emanación mefítica, mientras desaparece como un relámpago su radiante arco iris... Al pasar cruzo un bosque de helechos mucho más alto que mi persona: se me dejan caer en la cara sesenta lágrimas desde sus verdes ojos fríos, y detrás de mí quedan por mucho tiempo temblando sus abanicos... Un tronco podrido: ¡qué tesoro!... Hongos negros y azules le han dado orejas, rojas plantas parásitas lo han colmado de rubíes, otras plantas perezosas le han prestado sus barbas y brota, veloz, una culebra desde sus entrañas podridas, como una emanación, como que al tronco muerto se le escapara el alma... Más lejos cada árbol se separó de sus semejantes... Se yerguen sobre la alfombra de la selva secreta, y cada uno de los follajes, lineal, encrespado, ramoso, lanceolado, tiene un estilo diferente, como cortado por una tijera de movimientos infinitos. Una barranca: abajo el agua transparente se desliza sobre el granito y el jaspe... Vuela una mariposa pura como un limón, danzando entre el agua y la luz... A mi lado me saludan con sus cabecitas amarillas las infinitas calceolarias... En la altura, como gotas arteriales de la selva mágica se cimbran los copihues rojos (Lapageria rosea)... El copihue rojo es la flor de la sangre, el copihue blanco es la flor de la nieve... En un temblor de hojas atravesó el silencio la velocidad de un zorro, pero el silencio es la ley de estos follajes... Apenas el grito lejano de un animal confuso... La intersección penetrante de un pájaro escondido... El universo vegetal susurra apenas hasta que una tempestad ponga en acción toda la música terrestre.
Quién no conoce el bosque chileno, no conoce este planeta.
De aquellas tierras, de aquel barro, de aquel silencio, he salido yo a andar, a cantar por el mundo...
lunes, 30 de julio de 2012
Aquí
comienza el campo inexplorado Redondo a causa de los ojos que lo miran Y profundo a causa de mi propio corazón Lleno de zafiros probables De manos de sonámbulos |
|
De entierros
aéreos Conmovedores como el sueño de los enanos O el ramo cortado en el infinito Que trae la gaviota para sus hijos Hay un espacio despoblado |
|
Que es
preciso poblar De miradas con semillas abiertas De voces bajadas de la eternidad De juegos nocturnos y aerolitos de violín De ruido de rebaños sin permiso |
|
Escapados
del cometa que iba a chocar ¿Conoces tú la fuente milagrosa Que devuelve a la vida los náufragos de antaño? ¿Conoces tú la flor que se llama voz de monja Que crece hacia abajo y se abre al fondo de la ( tierra? |
|
¿Has visto
al niño que cantaba Sentado en una lágrima El niño que cantaba al lado de un suspiro O de un ladrido de perro inconsolable? ¿Has visto al arco-iris sin colores |
|
Terriblemente
envejecido Que vuelve del tiempo de los faraones? El miedo cambia la forma de las flores Que esperan temblando el juicio final Una a una las estrellas se arrojan por el balcón |
|
El mar se
está durmiendo detrás de un árbol Con su calma habitual Porque sabe desde los tiempos bíblicos Que el regreso es desconocido en la estrella polar Ningún navegante ha encontrado la rosa de los ( mares |
|
La rosa que
trae el recuerdo de sus abuelos Del fondo de sí misma Cansada de soñar Cansada de vivir en cada pétalo Viento que estás pensando en la rosa del mar |
|
Yo te espero
de pie al final de esta línea Yo sé dónde se esconde la flor que nace del sexo ( de las sirenas En el momento del placer Cuando debajo del mar empieza a atardecer Y se oye crujir las olas |
|
Bajo los
pies del horizonte Yo sé yo sé dónde se esconde El viento tiene la voz de abeja de la joven pálida La joven pálida como su propia estatua Que yo amé en un rincón de mi vida |
|
Cuando
quería saltar de una esperanza al cielo Y caí de naufragio en naufragio de horizonte en horizonte Entonces vi la rosa que se esconde Y que nadie ha encontrado cara a cara ¿Has visto este pájaro de islas lejanas |
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Arrojado por
la marea a los pies de mi cama? ¿Has visto el anillo hipnótico que va de ojo a ojo Del amor al amor del odio al odio Del hombre a la mujer del planeta a la planeta? ¿Has visto en el cielo desierto |
|
La paloma
amenazada por los años Con los ojos llenos de recuerdos Con el pecho lleno de silencio Más triste que el mar después de un naufragio? Detrás del águila postrera cantaba el cantador |
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Tenía un
anillo en el corazón Y se sentó en la tierra de su esfuerzo Frente al volcán desafiado por una flor El atleta quisiera ser un faro Para tener barcos que lo miren |
|
Para
hacerlos dormir para dormirse Y arrullar al cielo como un árbol El atleta Tiene un anillo en la garganta Y así se pasa el tiempo |
|
Quieto
quieto Porque le están creciendo anémonas en el cerebro Contempla al huérfano que se paró en su edad Por culpa de los ríos que llevan poca agua Por culpa de las montañas que no bajan |
|
Crece crece
dice el violoncelo Como yo estoy creciendo Como está creciendo la idea del suicidio en la ( bella jardinera Crece pequeño zafiro más tierno que la angustia En los ojos del pájaro quemado |
|
Creceré creceré cuando crezca la ciudad Cuando los peces se hayan bebido todo el mar Los días pasados son caparazones de tortuga Ahora tengo barcos en la memoria Y los barcos se acercan día a día |
|
Oigo un
ladrido de perro que da la vuelta al mundo En tres semanas Y se muere en llegando El corazón ha roto las amarras A causa de los vientos |
|
Y el niño
está quedándose huérfano Si el paisaje se hiciera paloma Antes de la noche se lo comería el mar Pero el mar está preparando un naufragio Y tiene sus pensamientos por otros lados |
|
Navío navío Tienes la vida corta de un abanico Aquí nos reímos de todo eso Aquí en el lejos lejos La montaña embrujada por un ruiseñor |
|
Sigue la
miel del oso envenenado Pobre oso de piel de oso envenenado por la noche ( boreal Huye que huye de la muerte De la muerte sentada al borde del mar La montaña y el montaño |
|
Con su luno
y con su luna La flor florecida y el flor floreciendo Una flor que llaman girasol Y un sol que se llama giraflor El pájaro puede olvidar que es pájaro |
|
A causa del
cometa que no viene Por miedo al invierno o a un atentado El cometa que debía nacer de un telescopio y una ( hortensia Que se creyó mirar y era mirado Un aviador se mata sobre el concierto único |
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Y el ángel
que se baña en algún piano Se vuelve otra vez envuelto en sones Buscando el receptor en los picachos Donde brotan las palabras y los ríos Los lobos hacen milagros |
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En las
huellas de la noche Cuando el pájaro incógnito se nubla Y pastan las ovejas al otro lado de la luna Si es un recuerdo de música Nadie puede impedir que el circo se agrande en el silencio |
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Ni las
campanas de los astros muertos Ni la serpiente que se nutre de colores Ni el pianista que está saliendo de la tierra Ni el misionero que olvidó su nombre Si el camino se sienta a descansar O se remoja en el otoño de las constelaciones |
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Nadie
impedirá que un alfiler se clave en la eternidad Ni la mujer espolvoreada de mariposas Ni el huérfano amaestrado por una tulipa Ni la cebra que trota alrededor de un valse |
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Ni el
guardián de la suerte El cielo tiene miedo de la noche Cuando el mar hace dormir los barcos Cuando la muerte se nutre en los rincones Y la voz del silencio se llena de vampiros |
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Entonces
alumbramos un fuego bajo el oráculo Para aplacar la suerte Y alimentamos los milagros de la soledad Con nuestra propia carne Entonces en el cementerio sellado |
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Y hermoso
como un eclipse La rosa rompe sus lazos y florece al reverso de la muerteNoche de viejos terrores de noche ¿En dónde está la gruta polar nutrida de ( milagros? ¿En dónde está el mirage delirante |
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De los ojos
de arco-iris y de la nebulosa? Se abre la tumba y al fondo se ve el mar El aliento se corta y el vértigo suspenso Hincha las sienes se derrumba en las venas Abre los ojos más grandes que el espacio que ( cabe en ellos |
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Y un grito
se cicatriza en el vacío enfermo Se abre la tumba y al fondo se ve un rebaño ( perdido en la montaña La pastora con su capa de viento al lado de la ( noche Cuenta las pisadas de Dios en el espacio Y se canta a sí misma |
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Se abre la
tumba y al fondo se ve un desfile de ( témpanos de hielo Que brillan bajo los reflectores de la tormenta Y pasan en silencio a la deriva Solemne procesión de témpanos Con hachones de luz dentro del cuerpo |
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Se abre la
tumba y al fondo se ve el otoño y el ( invierno Baja lento lento un cielo de amatista Se abre la tumba y al fondo se ve una enorme ( herida Que se agranda en lo profundo de la tierra Con un ruido de verano y primaveras |
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Se abre la
tumba y al fondo se ve una selva de ( hadas que se fecundan Cada árbol termina en un pájaro extasiado Y todo queda adentro de la elipse cerrada de sus ( cantos Por esos lados debe hallarse el nido de las ( lágrimas Que ruedan por el cielo y cruzan el zodíaco |
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De signo en
signo Se abre la tumba y al fondo se ve la hirviente ( nebulosa que se apaga y se alumbra Un aerolito pasa sin responder a nadie Danzan luminarias en el cadalso ilimitado En donde las cabezas sangrientas de los astros |
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Dejan un
halo que crece eternamente Se abre la tumba y salta una ola La sombra del universo se salpica Y todo lo que vive en la sombra o en la orilla Se abre la tumba y sale un sollozo de planetas |
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Hay
mástiles tronchados y remolinos de ( naufragios Doblan las campanas de todas las estrellas Silba el huracán perseguido a través del infinito Sobre los ríos desbordados Se abre la tumba y salta un ramo de flores carga- ( das de cilicios |
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Crece la
hoguera impenetrable y un olor de pa- ( sión invade el orbe El sol tantea el último rincón donde se esconde Y nace la selva mágica Se abre la tumba y al fondo se ve el mar Sube un canto de mil barcos que se van |
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En tanto un
tropel de peces Se petrifica lentamente Cuánto tiempo ese dedo de silencio Dominando el insomnio interminable Que reina en las esferas |
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Es hora de
dormir en todas partes El sueño saca al hombre de la tierra Festejamos el amanecer con las ventanas Festejamos el amanecer con los sombreros Se vuela el terror del ciclo |
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Los cerros
se lanzan pájaros a la cara Amanecer con esperanza de aeroplanos Bajo la bóveda que cuela la luz desde tantos siglos Amor y paciencia de columna central Nos frotamos las manos y reímos |
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Nos lavamos
los ojos y jugamos El horizonte es un rinoceronte El mar un azar El cielo un pañuelo La llaga una plaga |
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Un horizonte
jugando a todo mar se sonaba con ( el cielo después de las siete plagas de Egipto El rinoceronte navega sobre el azar como el co- ( meta en su pañuelo lleno de plagas Razón del día no es razón de noche Y cada tiempo tiene insinuación distinta Los vegetales salen a comer al borde |
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Las olas
tienden las manos Para coger un pájaro Todo es variable en el mirar sencillo Y en los subterráneos de la vida Tal vez sea lo mismo |
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La herida de luna de la pobre loca La pobre loca de la luna herida Tenía luz en la celeste boca Boca celeste que la luz tenía El mar de flor para esperanza ciega |
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Ciega
esperanza para flor de mar Cantar para el ruiseñor que al cielo pega Pega el cielo al ruiseñor para cantar Jugamos fuera del tiempo Y juega con nosotros el molino de viento |
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Molino de
viento Molino de aliento Molino de cuento Molino de intento Molino de aumento |
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Molino de
ungüento Molino de sustento Molino de tormento Molino de salvamento Molino de advenimiento |
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Molino de
tejimiento Molino de rugimiento Molino de tañimiento Molino de afletamiento Molino de agolpamiento |
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Molino de
alargamiento Molino de alejamiento Molino de amasamiento Molino de engendramiento Molino de ensoñamiento |
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Molino de
ensalzamiento Molino de enterramiento Molino de maduramiento Molino de malogramiento Molino de maldecimiento |
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Molino de
sacudimiento Molino de revelamiento Molino de obscurecimiento Molino de enajenamiento Molino de enamoramiento |
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Molino de
encabezamiento Molino de encastillamiento Molino de aparecimiento Molino de despojamiento Molino de atesoramiento |
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Molino de
enloquecimiento Molino de ensortijamiento Molino de envenenamiento Molino de acontecimiento Molino de descuartizamiento |
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Molino del
portento Molino del lamento Molino del momento Molino del firmamento Molino del sentimiento |
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Molino del
juramento Molino del ardimiento Molino del crecimiento Molino del nutrimiento Molino del conocimiento |
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Molino del
descendimiento Molino del desollamiento Molino del elevamiento Molino del endiosamiento Molino del alumbramiento |
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Molino del
deliramiento Molino del aburrimiento Molino del engreimiento Molino del escalamiento Molino del descubrimiento |
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Molino del
escurrimiento Molino del remordimiento Molino del redoblamiento Molino del atronamiento Molino del aturdimiento |
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Molino del
despeñamiento Molino del quebrantamiento Molino del envejecimiento Molino del aceleramiento Molino del encarnizamiento |
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Molino del
anonadamiento Molino del arrepentimiento Molino del encanecimiento Molino del despedazamiento Molino del descorazonamiento |
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Molino en
fragmento Molino en detrimento Molino en giramiento Molino en gruñimiento Molino en sacramento |
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Molino en
pensamiento Molino en pulsamiento Molino en pudrimiento Molino en nacimiento Molino en apiñamiento |
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Molino en
apagamiento Molino en decaimiento Molino en derretimiento Molino en desvalimento Molino en marchitamiento |
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Molino en
enfadamiento Molino en encantamiento Molino en transformamiento Molino en asolamiento Molino en concebimiento |
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Molino en
derribamiento Molino en imaginamiento Molino en desamparamiento Molino con talento Molino con acento |
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Molino con
sufrimiento Molino con temperamento Molino con fascinamiento Molino con hormigamiento Molino con retorcimiento |
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Molino con
resentimiento Molino con refregamiento Molino con recogimiento Molino con razonamiento Molino con quebrantamiento |
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Molino con
prolongamiento Molino con presentimiento Molino con padecimiento Molino con amordazamiento Molino con enronquecimiento |
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Molino con
alucinamiento Molino con atolondramiento Molino con desfallecimiento Molino para aposento Molino para convento |
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Molino para
ungimiento Molino para alojamiento Molino para cargamento Molino para subimento Molino para flotamiento |
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Molino para
enfriamiento Molino para embrujamiento Molino para acogimiento Molino para apostamiento Molino para arrobamiento |
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Molino para
escapamiento Molino para escondimiento Molino para estrellamiento Molino para exaltamiento Molino para guarecimiento |
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Molino para
levantamiento Molino para machucamiento Molino para renovamiento Molino para desplazamiento Molino para anticipamiento |
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Molino para
amonedamiento Molino para profetizamiento Molino para descoyuntamiento Molino como ornamento Molino como elemento |
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Molino como
armamento Molino como instrumento Molino como monumento Molino como palpamiento Molino como descubrimiento |
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Molino como
anunciamiento Molino como medicamento Molino como desvelamiento Molino a sotavento Molino a barlovento |
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Molino a
ligamento Molino a lanzamiento Molino a mordimiento Molino a movimiento Molino que invento |
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Molino que
ahuyento Molino que oriento Molino que caliento Molino que presiento Molino que apaciento |
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Molino que
transparento Molino lento Molino cruento Molino atento Molino hambriento |
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Molino
sediento Molino sangriento Molino jumento Molino violento Molino contento |
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Molino
opulento Molino friolento Molino avariento Molino corpulento Molino achaquiento |
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Molino
granujiento Molino ceniciento Molino polvoriento Molino cazcarriento Molino gargajiento |
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Molino
sudoriento Molino macilento Molino soñoliento Molino turbulento Molino truculento |
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Así eres molino de viento Molino de asiento Molino de asiento del viento Que teje las noches y las mañanas Que hila las nieblas de ultratumba |
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Molino de
aspavientos y del viento en aspas El paisaje se llena de tus locuras Y el trigo viene y va De la tierra al cielo Del cielo al mar |
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Los trigos
de las olas amarillas Donde el viento se revuelca Buscando la cosquilla de las espigas Escucha Pasa el palpador en eléctricas corrientes |
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El viento
norte despeina tus cabellos Hurra molino moledor Molino volador Molino charlador Molino cantador |
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Cuando el
cielo trae de la mano una tempestad Hurra molino girando en la memoria Molino que hipnotiza las palomas viajeras Habla habla molino de cuento Cuando el viento narra tu leyenda etérea |
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Sangra
sangra molino del descendimiento Con tu gran recuerdo pegado a los ocasos del ( mundo Y los brazos de tu cruz fatigados por el huracán Así reímos y cantamos en esta hora Porque el molino ha creado el imperio de su luz ( escogida |
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Y es
necesario que lo sepa Es necesario que alguien se lo diga Sol tú que naciste en mi ojo derecho Y moriste en mi ojo izquierdo No creas en los vaticinios del zodíaco |
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Ni en los
ladridos de las tumbas Las tumbas tienen maleficios de luna Y no saben lo que hablan Yo te lo digo porque mi sombrero está cansado ( de recorrer el mundo Y tengo una experiencia de mariposa milenaria |
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Profetiza profetiza Molino de las constelaciones Mientras bailamos sobre el azar de la risa Ahora que la grúa que nos trae el día Volcó la noche fuera de la tierra |
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Empiece ya La farandolina en la lejantaña de la montanía El horimento bajo el firmazonte Se embarca en la luna Para dar la vuelta al mundo |
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Empiece ya La faranmandó mandó liná Con su musiquí con su musicá La carabantantina La carabantantú |
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La
farandosilina La Farandú La Carabantantá La Carabantantí La farandosilá |
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La faransí Ríe ríe antes que venga la fatiga En su carro nebuloso de días Y los años y los siglos Se amontonen en el vacío |
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Y todo sea
oscuro en el ojo del cielo La cascada que cabellera sobre la noche Mientras la noche se cama a descansar Con su luna que almohada al cielo Yo ojo el paisaje cansado |
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Que se ruta
hacia el horizonte A la sombra de un árbol naufragando Y he aquí que ahora me diluyo en múltiples cosas Soy luciérnaga y voy iluminando las ramas de la ( selva Sin embargo cuando vuelo guardo mi modo de ( andar |
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Y no sólo
soy luciérnaga Sino también el aire en que vuela La luna me atraviesa de parte a parte Dos pájaros se pierden en mi pecho Sin poderlo remediar |
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Y luego soy
árbol Y en cuanto a árbol conservo mis modos de ( luciérnaga Y mis modos de cielo Y mi andar de hombre mi triste andar Ahora soy rosal y hablo con lenguaje de rosal |
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Y digo Sal rosa rorosalía Sal rosa al día Salía al sol rosa sario Fueguisa mía sonrodería rososoro oro |
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Ando
pequeño volcán del día Y tengo miedo del volcán Mas el volcán responde Prófugo rueda al fondo donde ronco Soy rosa de trueno y sueno mis carrasperas |
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Estoy preso
y arrastro mis propios grillos Los astros que trago crugen en mis entrañas Proa a la borrasca en procesión procreadora Proclamo mis proezas bramadoras Y mis bronquios respiran en la tierra profunda |
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Bajo los
mares y las montañas Y luego soy pájaro Y me disputo el día en gorgeos El día que me cruza la garganta Ahora solamente digo |
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Callaos que
voy a cantar Soy el único cantor de este siglo Mío mío es todo el infinito Mis mentiras huelen a cielo Y nada más |
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Y ahora soy
mar Pero guardo algo de mis modos de volcán De mis modos de árbol de mis modos de ( luciérnaga De mis modos de pájaro de hombre y de rosal Y hablo como mar y digo |
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De la
firmeza hasta el horicielo Soy todo montalas en la azulaya Bailo en las volaguas con espurinas Una corriela tras de la otra Ondola en olañas mí rugazuelo |
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Las
verdondilas bajo la luna del selviflujo Van en montonda hasta el infidondo Y cuando bramuran los hurafones Y la ondaja lanza a las playas sus laziolas Hay un naufundo que grita pidiendo auxilio |
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Yo me hago
el sordo Miro las butraceas lentas sobre mis tornadelas La subaterna con sus brajidos Las escalolas de la montasca Las escalolas de la desonda |
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Que no
descansan hasta que roen el borde de los ( altielos Hasta que llegan al abifunda En tanto el pirata canta Y yo lo escucho vestido de verdiul La lona en el mar riela |
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En la luna gime el viento Y alza en blanco crugimiento Alas de olas en mi azul El mar se abrirá para dejar salir los primeros náufragos Que cumplieron su castigo |
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Después de
tantos siglos y más siglos Andarán por la tierra con miradas de vidrio Escalarán los montes de sus frases proféticas Y se convertirán en constelaciones Entonces aparecerá un volcán en medio de las ( olas |
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Y dirá yo
soy el rey Traedme el harmonio de las nebulosas Y sabed que las islas son las coronas de mi ( cabeza Y las olas mi único tesoro Yo soy el rey |
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El rey canta
a la reina El cielo canta a la ciela El luz canta a la luz La luz que busca el ojo hasta que lo encuentra Canta el cielo en su lengua astronómica |
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Y la luz en
su idioma magnético Mientras el mar lame los pies de la reina Que se peina eternamente Yo soy el rey Y os digo que el planeta que atravesó la noche |
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No se
reconoce al salir por el otro lado Y mucho menos al entrar en el día Pues ni siquiera recuerda cómo se llamaba Ni quiénes eran sus padres Dime ¿eres hijo de Martín Pescador |
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O eres nieto
de un cigüeña tartamuda O de aquella jirafa que vi en medio del desierto Pastando ensimismada las yerbas de la luna O eres hijo del ahorcado que tenía ojos de ( pirámide? Algún día lo sabremos |
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Y morirás
sin tu secreto Y de tu tumba saldrá un arco-iris como un tranvía Del arco-iris saldrá una pareja haciendo el amor Del amor saldrá una selva errante De la selva saldrá una flecha |
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De la flecha
saldrá una liebre huyendo por los ( campos De la liebre saldrá una cinta que irá señalando su ( camino De la cinta saldrá un río y una catarata que sal- ( vará a la liebre de sus perseguidores Hasta que la liebre empiece a trepar por una ( mirada Y se esconda al fondo del ojo |
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Yo soy el rey Los ahogados florecen cuando yo lo mando Atad el arco-iris al pirata Atad el viento a los cabellos de la bruja Yo soy el rey |
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Y trazaré
tu horóscopo como un plan de batalla Oyendo esto el arco-iris se alejaba Adónde vas arco-iris No sabes que hay asesinos en todos los caminos? El iris encadenado en la columna montante |
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Columna de
mercurio en fiesta para nosotros Tres mil doscientos metros de infrarrojo Un extremo se apoya en mi pie y el otro en la ( llaga de Cristo Los domingos del arco-iris para el arcángel ¿En dónde está el arquero de los meteoros? |
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El arquero
arcaico Bajo la arcada eterna el arquero del arcano con ( su violín violeta con su violín violáceo con su violín violado Arco-iris arco de las cejas en mi cielo arqueológico Bajo el área del arco se esconde el arca de tesoros ( preciosos Y la flor montada como un reloj |
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Con el
engranaje perfecto de sus pétalos Ahora que un caballo empieza a subir galopando ( por el arco-iris Ahora la mirada descarga los ojos demasiado ( llenos En el instante en que huyen los ocasos a través ( de las llanuras El cielo está esperando un aeroplano |
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Y yo oigo la
risa de los muertos debajo de la tierra. Vicente Huidobro. Altazor (Canto V) |
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